La verdad es que al programa no le faltaba de nada. Lo mejor de todo fueron los coordinadores, ya que supieron hacer que el público acompañase con sus aplausos, risas, etc de forma activa lo que se estaba discutiendo. Además fueron muy bien recibidas las aportaciones que se hicieron por teléfono en el que la audiencia podía manifestar sus inquietudes. La mejor parte fue la pausa de publicidad, la estrategia de "marketing"por parte de los directivos fue inigualable:
El debate en sí estuvo muy reñido. Cada invitado tenía sus propias convicciones y las supo defender lo mejor que pudo. Había un representante del Cristianismo Tradicional, del Cristianismo Social, Ateismo, Krishna Oriental y del Esoterismo.
El principal objetivo por el que debatían era contrastar el sentido que se le daba a la vida enfocado a cada una de sus perspectivas y descubrir en qué consiste su felicidad a través de ellas.
A medida que transcurría el programa me di cuenta de que era extremadamente difícil estar a favor de solo una de las posturas. Todas ellas tenían unas razones que satisfacían la pregunta de sentido y aunque tenían sus diferencias, había muchos puntos en común entre ellas. En el fondo aprendí que mientras se respete a las creencias, que vienen siendo la manera que tiene cada persona de responder a su pregunta de sentido, ninguna carecerá de fundamento.
Gracias por leernos,
Cristina